Friday, October 5, 2012

Nos visita un Labrador Retriever

Incansable Labrador Retriever
entregando la presa, bueno,
la pelota en este ejercicio

En días pasados nos visitó este hermoso Labrador Retriever. Fue tanta la alegría de volverlo a ver y lo que jugamos que nos recordamos de buscar la cámara para retratarlo unos minutos antes que se fuera. Algo así como cuando nos visita un amigo o familiar y la conversación se mantiene en temas, que aunque talvez no sean importantes o serios, son tan entretenidos que se nos olvidan las preguntas que estábamos por hacerles. Eso fue lo que pasó, y usualmente siempre pasa cada vez que nos visita, en el rato que pasamos juntos. Realmente, este perro no lo deja pensar a uno porque es tan activo y alegre, sobre todo cuando trae una pelota como fue el caso esta vez, que tomar las fotos no es cosa fácil.

Labrador Retriever buscando cómo llegar a
la pelota que cayó al otro lado de la cerca

Como vemos en estas fotos, el color del pelo es el llamado amarillo. Un color bien bonito, porque aunque es un color sólido, se está permitiendo que tenga ciertas sombras, como es el caso en este Labrador Retriever, lo cual lo hace bien atractivo. Nuestro color preferido siempre fue el negro, no que los amarillos y chocolates no nos llamaran la atención, pero decir que uno no tiene gustos o preferencias no nos parece muy real. Sin embargo, la tonalidad de este perro, una vez más, a nuestro gusto, lo pone al parejo de los de color negro. O talvez sea que a este joven lo cepillan todos los días y aunque lo vemos jugando aquí, lo cuidan como a un hijo de la casa.

Labrador Retriever atento
a que se le tire la pelota

No recordamos la altura exacta que tiene, lo que sí no se nos olvida es que es un Labrador Retriever grande, no menos de las veintitrés y media pulgadas, posiblemente las veinticuatro, y el peso de un perro grande. No llega a los tres años de edad. Muy bien socializado, y no da problemas de ningún tipo con los niños y otras mascotas en la casa. No es un perro de protección al extremo de un Rottweiler o un Doberman, pero como un Pastor Alemán, no le agrada las tonterías en su casa o con las personas de su casa, y con el tamaño y fuerza que tiene, mejor no equivocarse. Es mucho más guardián que la Golden Retriever que vive en la misma casa, claro, este es macho que de por sí son más celosos que las hembras, y esta perra en específico es un pedazo de pan, adorable, pero capaz de irse con cualquier extraño que entre en la casa. Sin embargo, tanto este Labrador como la Golden Retriever son muy apegados a sus amos, incluyendo los niños de la casa. Cada vez que el dueño deja solo a este Labrador, se le ve intranquilo al perro.

Labrador Retriever con su pelota

En una visita anterior estuvimos hablando con el dueño de este perro acerca de la raza. Sin entrar en muchos detalles específicos del estándar, más bien la conversación fue del origen de la raza y su utilidad como perro de agua. Salió a relucir lo de la membrana interdigital hasta el segundo falange y en efecto le revisamos las patas, y sí, es Labrador Retriever. No que nosotros tuviésemos dudas al ver el perro, pero el dato, y por supuesto que el perro pasara la prueba, fue algo que reafirmó mucho en el dueño del perro el interés en la raza.

Sólo suelta la pelota
cuando el amo se la pide.